"Dejar la puerta
abierta" significa mantener la esperanza para que algo que deseamos
suceda. En una relación de pareja rota, "dejamos la puerta abierta"
con la esperanza que se pueda restablecer. En una negociación "dejamos la
puerta abierta" para que la contraparte se tome su tiempo para cerrar el
trato.
Sin embargo "dejar la puerta
abierta" tiene otras implicancias: Dejar la puerta abierta deja
salir todo. Y eso esta sucediendo, en el mundo de los fiscales, alguien dejó la
puerta abierta y ahora salen a raudales las denuncias de corrupción y extorsión.
Según datos de la propia
Fiscalía General del Estado, el año pasado, de aproximadamente 500 fiscales en
todo el país 200 tenían procesos disciplinarios y penales.
Para imaginar esta realidad
elegí la fotografía del norteamericano Ralph Gibson.
De la serie: El Sonambulista (1968) Ralph Gibson |
La luz que proviene del
interior de la habitación (aparentemente originadas en dos fuentes de luz) proporciona a la puerta y a la mano un intenso brillo,
casi diría sobrenatural. ¿Es realmente una mano humana, divina, del más allá? Por otro lado, la
fotografía está ligeramente inclinada hacia la izquierda lo que ocasiona un
desequilibrio, generando así un movimiento continuo. ¡Está sucediendo!
Al igual que las
denuncias a los fiscales se están llevando a cabo hoy, éstos días y desde hace
mucho tiempo. A tanto llega el problema, que existen asociaciones de
personas afectadas por las cuestionadas acciones de algunos fiscales y que
protestan en las calles. Por un equilibrio natural también protestan quienes
apoyan al cuestionado fiscal y parecería fueron contratados para tal propósito.
Todavía hay más, el propio Fiscal General de la Nación en un continuo trabajo
de destitución a fiscales probadamente corruptos tiene que instruir a algunos
de los fiscales se comporten a la altura de sus funciones y cumplan con sus
obligaciones civiles.
Alguien dejó la puerta abierta
y difícilmente se volverá a cerrar. Pero eso es bueno, con la puerta abierta se
podrían solucionar los problemas. No me gustaría oír en un futuro cercano que un
fiscal es asesinado como medida desesperada para cerrar la puerta.